Con AMLO, México seguirá a los modelos «más fregados» de AL

Es curioso que algunos países iberoamericanos se hallan plegado en los últimos años a las ideas fantasiosas de Fidel Castro. Así tenemos a Hugo Chavez y a su esbirro Nicolás Maduro, al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; también nuestro otrora “huésped” Evo Morales, y a nuestro presidente en turno, Andrés Manuel López Obrador…

No sé qué le vemos a Cuba; son mucho más pobres que antes de 1959 en que se llevó a cabo su súper revolución y Fidel entrara en La Habana con un Rosario en la mano, para posteriormente desatar una persecución religiosa y deshacerse de sus enemigos dentro de los propios guerrilleros y simpatizantes. Después, todo fue un montaje, Fidel se enriqueció y aprovechó la fotografía del Che Guevara, ya muerto, para sembrar ideales falsos, pero útiles a su causa.

¿Los mexicanos iremos ahora hacia atrás? Me temo que sí. El presidente López no escucha a nadie, sigue sus propias reglas y, como en su momento lo hiciera Hugo Chavez, hasta resulta que ya modificó los conceptos fundamentales de la economía.

¿No había dicho nuestro presidente que no seguiría las ideas del dictador venezolano? Los conceptos de PIB, desarrollo, espiritualidad… como Fidel con el Rosario en la mano…

En fin, no veo por qué, pero seguiremos lo modelos más fregados y empobrecedores de nuestro Continente. ¿Alguien quiere apostar? Sólo que alguien perderá su dinero, pero todos perderemos años de vida.

En nuestra Historia, salvo Adolfo López Mateos, los demás presidentes de apellido López han dejado “honda huella” en México; ¡y vaya que sí!i: Antonio López de Santa Anna, José López Portillo y -espero equivocarme- López Obrador…
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Jesús Galera Lamadrid

Un comentario en «Con AMLO, México seguirá a los modelos «más fregados» de AL»

  • el 25 mayo, 2020 a las 3:58 pm
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    Los verdaderos apostadores, nunca ganan, empero se aferran a los sueños del menor refuerzo; lloran y culpan su desgracia a la «mala suerte’.
    Lamento no poder aceptar la apuesta.
    La historia, deja ejemplos muy duros.

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