Virtudes sociales fortalecen la convivencia humana

La convivencia en sociedad es compleja, ya que tenemos trato con   personas muy distintas, con diferentes modos de ser y de pensar, con distinta formación cultural y de muy variados orígenes.

Por ello, hay virtudes sociales que nos ayudan a hacer amable la convivencia cotidiana tanto en la familia, como en el trabajo, con los amigos, con los vecinos, y en los diferentes ámbitos en los que nos movemos.

Una de estas virtudes es ser personas abiertas, que saben escuchar, con capacidad para de hacer y mantener amistades profundas, y dispuestas a comprender y disculpar a los demás.

Las personas afables ordenan sus relaciones sociales en los hechos y con sus palabras; y su actitud les lleva a hacer la vida más grata a los demás.

Cuenta mucho también el saber comprender a los demás, mirarlos con simpatía inicial y creciente, aceptarlos con optimismo, con sus virtudes y sus defectos, como todos.

Asimismo, el trato con alegría que se manifiesta con una sonrisa oportuna o un gesto amable, hace posible el diálogo y la conversación, y enriquece a todos.

En las relaciones humanas nunca están por demás virtudes como la generosidad, el buen humor, la buena educación, el orden, la sonrisa, el respeto mutuo y tener en cuenta los gustos de los demás.

Claro, en la convivencia humana es natural disentir de la opinión de los demás, pero con respeto y sin ser antipáticos. Después de todo, siempre podemos aprender de los demás.
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Gabriel Martínez Navarrete