El valor de las virtudes humanas (3 de 58)
Los seres humanos tenemos inscrito en nuestra naturaleza el buscar nuestro desarrollo armónico integral; y para ello, requerimos realizar actos buenos, poner en práctica los valores, es decir, vivirlos como virtudes, como la virtud de la templanza.
3.- TEMPLANZA
Es el hábito de actuar moderando los apetitos y placeres de los sentidos, de tal forma que dichos apetitos y/o placeres sean satisfechos en la medida que no dañen al cuerpo, al prestigio o al intelecto, ya sea los propios como los ajenos, en el presente o en el futuro.
La TEMPLANZA es la virtud más admirada por la humanidad, ya que evidencia la “fuerza de voluntad” que la persona ha desarrollado para dominar su mente y cuerpo en función de hacer un bien a sí misma y a la sociedad en general.
Específicamente, esta gran virtud se la identifica como el hábito que contrarresta a la “gula”.
El valor de la virtud de la TEMPLANZA lo podemos ver en el siguiente ejemplo.
Síntomas…??
Digamos que Gustavo y José Antonio son compañeros de oficina que ocupan puestos similares en la empresa y normalmente salen juntos a comer en un horario de 13:30 a 15:00 horas.
Los dos amigos son muy diferentes físicamente, ya que Gustavo tiene una estatura de 1.80 metros y pesa alrededor de 90 kilogramos, mientras que José Antonio pesa más de 120 kilogramos con una estatura de 1.65 metros.
Un día especial en la oficina -en el que había mucho trabajo por hacer y entregar-, su jefe les solicitó salir a comer a las 14:00 horas, con la promesa de regresar en 30 minutos.
Para cumplir este objetivo, sólo les quedaba comer la clásica comida rápida mexicana, o sea, los tacos.
Para los asistentes al puesto de tacos era obvio por qué ambos amigos eran muy diferentes, pues por cada taco que comía Gustavo, su compañero José Antonio comía tres.
De regreso a la oficina se desarrolló el siguiente diálogo:
-Gustavo: Amigo, te tengo que confesar que estoy experimentando los primeros síntomas de la Anorexia.
-José Antonio: ¡¡¡Túúúúú…!!! ¿Cómo es eso?
-Gustavo: Sí, mi amigo, es cierto. Cada vez que me miro en el espejo, me veo gordo.
-José Antonio: #!/&?#%?#
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