Éxito, psicología y educación (I de II)

1. Nosotros atraemos aquello en lo que pensamos

* Responsabilízate de tus pensamientos y de tu formación.

* Cada uno de nosotros somos el resultado directo de nuestros pensamientos. El mal de la mayoría de la gente es que no se dedica a pensar (reflexionar). Los éxitos y los logros dependen mucho de lo que tengamos en la mente.

* Dedica tiempo a pensar, y pensar en grande. No desperdicies tu potencial en acciones irreflexivas.

* Nadie puede atraer el triunfo si lo rechaza mentalmente o no lo ama apasionadamente.

* Imagina previamente y piensa con detalle lo que deseas alcanzar. El ideal
es indesligable de la acción, para convertirla en realidad.

* Fomenta una confianza grande en Dios y en tí mismo.

* Rechaza con coraje cualquier posibilidad de quedarte en la “estacada” y aumenta constantemente la confianza en tí. Esto significa encararse  honestamente con los propios errores y en trabajar constantemente por corregirlos.

* Ve en los errores algo muy bello, y detrás de cada error -el aprendizaje, la experiencia requerida- para poder coronar el ideal o proyecto.

* Piensa cada día bien de tí mismo y de tus capacidades. Serás capaz, si piensas que eres capaz, y actúa en consecuencia.

* No existen soluciones “mágicas” o fáciles. Pero empieza por tí mismo: respétate, apréciate y piensa dignamente, y así tendrásun comportamiento digno.

* Dignidad es sentir un gran aprecio por uno mismo  y por los demás.

* Dedica cada día un tiempo para pensar y pedir consejo. Esto te llevará a actuar con previsión y podrás construir con rapidez. No es lo mismo hacer las cosas en un clima ordenado, sereno, tranquilo; que alcanzar las metas “apagando fuegos” y en un ambiente borrascoso. Se pueden perder muchas energías y no llegar  a terminar la obra.

* No le eches la culpa al otro, ni te evadas. Mantén una actitud de responsabilidad personal. Y nunca de culpa. Piensa: ¿Qué puedo hacer para mejorar esta situación? ¿Qué depende de mí? ¿Qué de los otros?

* Cada uno es el arquitecto de su propio futuro. Por eso, hoy dedica a dar un paso más para construir ese destino. El pasado sólo interesa como experiencia.

* No te lamentes. Y el futuro se construye en el presente.
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Gabriel Martínez Navarrete