El arte de la grandeza
Es frecuente que personas de talento afirmen que carecen de él. Tal vez la causa principal es que tienen una visión deformada de lo que es el talento. Piensan que uno nace con él, y en parte tienen razón. Pero el talento nunca ha sido un regalo cuidadosamente empaquetado que se nos regala al nacer. Nacemos al mundo sin nada y todo lo hemos de conquistar, especialmente el talento.
La expresión “Yo no tengo talento” la encuentras en la boca del perezoso. Una persona diligente jamás se expresa en esos términos. Si tú no tienes el talento que quieres, usa el talento que tengas y házlo crecer, y tendrás el talento que deseas. Es lo que todos hacemos. Parte muy importante de la vida consiste en desarrollar nuestros talentos a la vez que conquistamos la realidad que nos rodea. Nuestros talentos deben permanecer en continuo desarrollo.
Nosotros mismos y la realidad no los podemos separar. El espíritu de conquista está en perfeccionarnos, para perfeccionar a las personas y a las cosas. Concéntrate en lo que puedes hacer, en vez de pensar en lo que no puedes hacer.
Tú puedes ser grande sólo si eres capaz de hacer fructificar tus talentos. La única incapacidad vital es la mala actitud de enterrarlos, por ejemplo, permitiendo que los obstáculos te detengan.
* Fíjate en lo que tienes y úsalo reiteradamente (no hay máximos, sólo la posibilidad de continuar creciendo) a toda su capacidad.
Actitudes de grandeza
* Comprender cuando eres incomprendido.
* Resistir la pérdida, y convertirla en triunfo, recomenzando.
* Ser optimista, ante la amargura de la derrota.
* Sobreponerse a la debilidad que causa el dolor.
* Triunfar sobre la ira, siendo paciente.
* Sonreír cuando las lágrimas están cerca.
* Ahogar la maldad con abundancia de bien.
* Santificar la enfermedad.
* Amar y hacer bien a los enemigos.
* Hacer lo que debemos y estar en lo que hacemos.
* No apegarnos a cosas, dominarnos nosotros mismos.
* Poner amor donde no lo hay, y sacar de allí amor.
* Si quieres mejorar tu personalidad, mejora tu moralidad.
Una sólida esperanza nos ayuda a perseverar
Surge la pregunta ¿hasta dónde debo esperar para alcanzar la meta?
* Las personas con más esperanza afirman tener más energía mental y metas muy precisas y claras. Son más felices y experimentan menos estrés
* Edison hizo más de mil intentos antes de descubrir la fórmula para fabricar el foco, Recuerde que los obstáculos son parte del proceso de aprendizaje. No desfallezca aún cuando las cosas parezcan imposibles de lograr: es cuando se está más cerca de la meta. A los montañistas les sucede una cosa parecida: en varias ocasiones dejan de ver la cima que escalan, pero no por eso razonan que están perdidos o que se proponen un imposible. Cristóbal Colón buscó financiamiento a su viaje durante muchos años, y cuando lo logró, se embarcó a la mar y descubrió América.
Recuerda: “El que persevera alcanza”.
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Gabriel Martínez Navarrete