27 de Septiembre: Honor a los héroes que nos dieron Patria
¡Viva la Libertad! ¡Viva la Religión! ¡Viva la Unión!
La Libertad, la Religión y la Unión, se representa en nuestra bandera por los colores Verde, Blanco y Rojo desde la Bandera Trigarante (de las tres garantías) con la que entró Iturbide triunfante a la Ciudad de México, proclamando la Independencia el 27 de septiembre de 1821. Son los mismos colores de nuestra actual bandera, que es la más hermosa por aclamación mundial.
Es de hacerse notar que el Blanco de Religión está enmedio, y que junto con nuestro idioma, nuestras tradiciones y valores, son las bases de nuestra identidad, que bien puede decirse que “hay mexicanos que no son católicos, pero no hay ninguno que no sea guadalupano”.
En nuestras familias el saber que viene un nuevo ciudadano al mundo (la concepción) es un gran motivo de alegría, pero lo que realmente se celebra es cuando nace a la luz del día ese lindo angelito, regalo de Dios. Para nosotros el día de la Anunciación del Arcángel San Gabriel a Nuestra Señora Santísima es motivo de alegría y se celebra solemnemente con una misa especial, pero no hay comparación a como celebramos el 24 de diciembre la Natividad del Señor, por todas partes se nota un desbordamiento de euforia.
Lo mismo debería pasar al celebrar nuestra Independencia. Sí hay que celebrar el Grito de Hidalgo el 15 de septiembre, pero aún con mayor euforia y alegría debemos celebrar el 27 de septiembre, que es cuando se logró realmente la Independencia por Iturbide, prácticamente ya sin derramamiento de sangre, por convencimiento, a partir del “abrazo de Acatempan” con Vicente Guerrero, constituyendo el Plan de las Tres -Garantías: Libertad, Religión y Unión.
Iturbide se convenció de que México no podía estar a merced de las Cortes de Cádiz, radicales y anticatólicas, por lo que se lanzó por la causa de la Independencia. Lograda ésta, el Congreso que se formó votó por la Monarquía y no por la República, y después de que Fernando VII no aceptó ser el emperador, en el Congreso el mismísimo Valentín Gómez Farías, que después lo traicionó, propuso a Iturbide como emperador, lo que para Guerrero, que fue la mancuerna de Iturbide para lograr la Independencia, fue lo más acertado.
Iturbide nos dio una Patria grandiosa, no sólo por sus valores, sino también por su extensión e importancia. México se convertía en el segundo país más grande en extensión en el mundo con más de 12 millones de kilómetros cuadrados, sólo después del Imperio Ruso que abarcaba 17 millones.
Pero no sólo por la extensión ocupaba México los primeros lugares del mundo, sino también por su cultura, su poder militar, así como por su identidad, idioma, costumbres, tradiciones y religión. Nunca nos quitarán la devoción a Cristo Rey y a la Virgen de Guadalupe.
Por eso precisamente la mafia de izquierda (masonería) mundial, dirigida desde Estados Unidos (cultura de la muerte), con la complicidad de la masonería nacional, acabó con la grandeza del Imperio Mexicano, declarando traidores a sus libertadores Iturbide y Guerrero, fusilándolos por estorbarles para establecer la hegemonía de Estados Unidos y por ser católicos practicantes.
Para esto envió a Joel Robert Poinsett, quien ya había sido expulsado primero de Chile y luego de Argentina por sus labores subversivas, para acabar con el Imperio Mexicano que se convertía en la nueva cabeza de la Hispanidad católica, lo que no podían permitir. Por eso mismo instigó y apoyó el levantamiento de Madero y Carranza contra Porfirio Díaz, que se había atrevido a oponerse a su dominio, y luego apoyó a Calles, Obregón y Cárdenas, condicionándolos a obedecer las consignas correspondientes, y así ha seguido hasta ahora.
Las campañas de la izquierda no deben impedirnos el festejar al máximo el suceso principal por el cual somos independientes, honrando a los héroes que nos dieron Patria. Hay que recuperar la verdad oculta por tanto tiempo. “La verdad os hará libres”, dijo nuestro Señor, y sólo la verdad y el amor nos llevarán a reinstaurar la cultura de la vida y del amor, alcanzando el México que anhelamos.
¡Viva la libertad! ¡Viva Iturbide! ¡Viva Guerrero!
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe!
“Donde hay Bosques hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida”
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Klaus Feldmann Petersen