¿Adiós al petróleo?
La era de hidrocarburos, como la forma de energía predominante en el mundo, duró todo el siglo veinte y oficialmente hasta 2010.
Y decimos oficialmente, porque nos basamos en el Índice Standard & Poor 500 (S&P 500), conformado por las quinientas empresas representativas de la economía de Estados Unidos.
El Índice S&P 500 comenzó a operar en 1910. Desde su creación hasta 2010 la empresa Exxon figuró en el primer lugar y representaba el 5 por ciento del valor del Índice. Ahora significa menos del uno por ciento.
Durante más de cien años, Exxon fue la empresa líder en capitalización mundial. En 1880 contaba con el 90 por ciento de la capacidad mundial de refinación de petróleo.
La Economía de Mercado es creación de riqueza a través de la organización empresarial, la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías. Es por esto que el economista austríaco Joseph Schumpeter le llamó “creación destructiva”. El proceso se realiza a través de intercambios voluntarios de los participantes en el mercado (consumidores y oferentes, es decir, las empresas).
En la “creación destructiva”, se está hablando de la sustitución de productos más caros y contaminantes por otros más económicos y amigables con el medio ambiente. En una Economía de Mercado existe una lucha por innovar y crear productos nuevos que tengan una ventaja sobre los productos existentes.
El petróleo en los motores de combustión, por ejemplo, lanza a la atmósfera monóxido de carbono que es el enemigo número uno del medio ambiente.
Hoy, lo que parecía imposible hace veinte años, ya asoma como una realidad: “Librar a la Humanidad de la maldición del monóxido de carbono”, como lo dijo Elon Musk, fundador de Tesla.
De hecho, el “Efecto Tesla” ha significado el principio del fin de la era de los hidrocarburos y todo lo que ello signifique.
Existen predicciones que prevén que en 10 años más los autos eléctricos ahorrarán en cantidad de hidrocarburos un equivalente a toda la producción de Arabia Saudita: ¡algo así como 10 millones de barriles de petróleo diariamente!
Se proyecta que para finales del año 2021, solamente la producción de autos eléctricos Tesla represente más de dos millones de vehículos. Tesla construye para este propósito dos nuevas plantas (en Berlín, Alemania, y en Austin, Texas) con capacidad de producción de dos millones de unidades cada una.
Habrá una transición que se estima durará treinta años, de la que ya ha transcurrido la tercera parte, de acuerdo con el Índice S&P 500. Los analistas estiman que esto afectará fuertemente el valor de los hidrocarburos.
El mundo se moverá sin duda con base en la electricidad y la generación de ésta aumentará con base en energías limpias: solar y eólica.
De esta manera (hablando de la “creación destructiva”), la generación de valor por la introducción de autos eléctricos al mercado será mayor que la destrucción de valor causada por la disminución de la producción de vehículos de combustión interna.
Como consumidores y como ciudadanos, salimos ganando, al contar con un medio ambiente mucho más sano, más respirable.
En cambio, si nos atamos a la industria petrolera, México contará con una industria declinante, nada competitiva, y que le será más difícil justificar inversiones.
Ya veremos lo que pasará en nuestro país.
(Recomiendo leer el libro: Capitalismo, Socialismo y Democracia, de Joseph Schumpeter)
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Eugenio Cruz Barros