Divide y lo arruinarás
En esta ocasión nos referimos a un viejo dicho en que se propone que, si deseas fastidiar a un grupo, simplemente lo dividas para que se desintegre y tengas tú el control: «DIVIDE Y VENCERÁS».
Sin embargo, mal andarás si se lo aplicas a tú país. Me pregunto ahora qué logró Fidel Castro en Cuba, o Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, o Daniel Ortega en Nicaragua; no digamos ya Evo Morales, nuestro invitado de honor. ¡NADA, SIMPLEMENTE NADA! Sólo repartieron pobreza, ruina y miseria.
Claro que tales dictadores afectaron a sus ciudadanos, primero con una grave desilusión, pues resultaron ser más de lo mismo, con un discurso aparentemente distinto, en que prometieron lo incumplible, y cuando sus pueblos trataron de reaccionar, la telaraña de la dictadura se había tejido ya. Entretanto, tales gobernantes llevaban ya grandes fortunas personales en los bolsillos.
Muy interesantes resultan casos como el del presidente Nelson Mandela, en que siendo de raza negra, gobernó para todos sus ciudadanos, sin complejos, sin resentimientos, ni tonterías raciales. ¿El resultado? Un país en paz y progreso.
En México muchas cosas deben mejorar, como en cualquier otro país. Juntos, con la camiseta bien puesta, luchando, podremos vencer todos los problemas. Pero, si nos enfrentamos y somos “chairos” enemigos de los “fifís” o viceversa, y “somos la mafia del poder” y existen los “conservadores”. O al contrario, lo que es peor aún, la DIVISIÓN es generada por el propio PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, pues entonces estamos fritos, ya que del lugar del que debería surgir la UNIÓN surge el ENFRENTAMIENTO. Así no hay pueblo que se levante.
Mucha pena me da mi México. Toda vez que escucho al presidente Andrés Manuel Lopez Obrador emitir calificativos denigrantes y ofensivos, no puedo más que preguntarme: ¿Hacia dónde vamos?
México es un gran país. Unidos somos capaces de alcanzar maravillas. En los sismos, por ejemplo, cuando hemos estado unidos, se ha demostrado. Sólo un gran enemigo trataría de enfrentarnos, de forma que el país se vea mutilado, empobrecido, disminuido.
¿Por qué es que desde dentro utilizamos la estrategia que seguiría un enemigo ajeno? No entiendo por qué el presidente desea que México, su equipo, nuestro equipo, no cuente con muchos mexicanos de primer nivel. No imagino al presidente Nelson Mandela -después de haber sufrido una grave discriminacion racial- tomar el camino del rencor para desquitarse. Eso lo ha elevado por encima del tiempo, lo ha convertido en un dirigente Universal.
¡MÉXICO, CREO EN TI!…
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Jesús Galera Lamadrid