Izquierda organizada contra ciudadanos aislados

La leyenda negra creada y manejada por la izquierda (masonería), basada en mentiras y calumnias, ha hecho y sigue haciendo un profundo daño a la Hispanidad y a la Iglesia a partir del siglo XVI; su objetivo es controlar los gobiernos de muchos países y utilizarlos para su campaña descristianizadora.

Pero, a pesar de todas sus acciones, no ha podido desterrar la Fe en los pueblos, porque ésta sigue viva contra viento y marea, inclusive después de persecuciones violentas, que llegaron a ser sangrientas en mucho casos.

Hay que precisar que los países hispanos y la Iglesia nunca agredieron al atacante, sino solamente se defendieron, poniendo en evidencia al enemigo, quitándole hasta cierto punto la máscara, en lo que insistía  San Francisco de Sales (1567- 1622), Obispo de Ginebra y Doctor de la Iglesia:

“A los enemigos declarados de Dios hay que darlos a conocer… No excluyamos a nadie de nuestras oraciones, pero desenmascaremos la hipocresía de los enemigos de Dios y de la Iglesia”.

Lo que años más adelante el Papa León XIII en su Encíclica Humanum Genus (1884) ratificó  enérgicamente:

“Arrancad a la Masonería la máscara con que se cubre y mostradla al pueblo tal como es… La Masonería es un auxiliar poderoso del reino de Satanás”.

La Iglesia siguió poniendo en evidencia a la Masonería, lo que limitó fuertemente sus acciones, resistiendo el pueblo fiel sus embates y persecuciones, defendiendo su Fe inclusive con sus vidas, lo que llegó a situaciones críticas en México con la terrible persecución religiosa (1926-1929) de la que resultaron muchos mártires y santos.

Antes de acudir a las armas para defender sus convicciones y tradiciones, los católicos mexicanos trataron por todos los medios pacíficos de que el gobierno del general Plutarco Elías Calles cancelara la radical “Ley Calles”;incluso, recabaron 2 millones de firmas en un país de 16 millones de habitantes y las presentaron al Congreso, sin éxito alguno. Fue entonces que, retados por el propio Calles, acudieron a las armas.

Los combatientes Cristeros llegaron a contar con con 40 mil hombres armados, igualando las fuerzas federales, pero teniendo la ventaja de actuar por convicción, a diferencia de los soldados del gobierno que lo hacían por obligación, aun en contra de sus creencias. En estas condiciones, el general Cristero Enrique Gorostieta estaba seguro de que la victoria estaba cerca.

Fue por eso que la Masonería promovió urgentemente unanegociación para evitar la derrota, estableciendo pláticas con el Vaticano, enterado de la situación con información falsa, logrando así los famosos “Acuerdos”, sin consultar a los combatientes Cristeros.

La Iglesia se comprometía a ya no mencionar a la Masonería y ésta se comprometía a ya no atacar a la Iglesia. Pero, como siempre, la Masonería al día siguiente no respetaba el compromiso y la Iglesia lo sigue respetando hasta la fecha.

El general Cristero Jesús Degollado Guízar, que suplía a Enrique Gorostieta, muerto en una emboscada, refiere en sus Memorias que murieron más Cristeros después los “Acuerdos”que durante laGuerra Cristera de 1926-1929, tristemente venadeados, al no respetar el gobierno masón los “Acuerdos”. De esta manera, después de haber estado prácticamente derrotadas, las fuerzas contrarias a Dios y a su Iglesia siguieron en el poder tan tranquilamente… y todo por una decisión equivocada.

México y España habían sido escogidos estratégicamente como “cabeza de playa” para propagar el comunismo en América y Europa. España tuvo más suerte que México, ya que las Fuerzas Nacionalistas bajo el mando del General Francisco Franco lograron la victoria sobre los comunistas que eran apoyados por Rusia, terminando con las sangrientas persecuciones y asesinatos de sacerdotes, monjas y de todo aquel que se ostentara abiertamente como católico.

Francisco Franco se preocupó por que su sucesor, el Príncipe Juan Carlos, recibiera la formación necesaria para su función una vez nombrado Rey de España por las Cortes. Desgraciadamente, a Juan Carlos, como a otros Borbones, le faltaron tamaños, cambió las leyes y dejó gobernar a otros (de la mafia) en lugar de él hacerse cargo, dedicándose irresponsablemente a gozar de la buena vida, con amantes, viajes y juergas, desprestigiando a la monarquía y renunciando en 2014 a la corona y saliendo vergonzosamente del Palacio de la Zarzuela y de España (2020), después de haber puesto al país nuevamente en manos de la izquierda socialista (masonería).

Con la misma táctica, aprovechando la Guerra de Sucesión, Inglaterra se apoderó del Peñón de Gibraltar estableciendo ahí una Logia masónica en 1726. En 1728 ya habían fundado una en Madrid y habiendo sido coronado Carlos III se coló a Ministro del Rey, Pedro Abarca de Bolea un falso converso y primer  Gran Maestre de la logia, preparando la expulsión de los Jesuitas del Imperio Español en 1767, habiendo logrado antes (1762) la expulsión de los mismos de Francia. Lo que facilitó la desintegración del Imperio así como la caída del Rey de Francia, esto con un verdadero baño de sangre.

Así, ya abiertamente como comunistas o socialistas, se apoderan en el siglo XX de Chile y de Argentina, donde en el primero Augusto Pinochet salva a su país de la izquierda y los militares igualmente en Argentina. Años más tarde, aprovechando la “democracia”, todos estos defensores de sus países son juzgados por delitos de lesa humanidad.

En Brasil, Jair Bolsonaro, que salvó a su país de las garras del socialismo, y Donald Trump en Estados Unidos, que superó la ideología de género que trataban deimponer Barack Obama y Hillary Clinton, están en serio peligro de que la izquierda (masonería) mueva todos sus recursos para que no sean la excepción en lo que les pase a todo aquel que se atreva valientemente a defender a su Patria.

Así las cosas, de un lado observamos organización y experiencia ganada por siglos de actuación y recursos económicos ilimitados; y por el otro lado vemos ingenuidad de la Iglesia, falta de unidad, continuidad y organización de las naciones víctimas de este contubernio contra todo lo que sea la Obra de Dios, su Iglesia, la Jerarquía y los fieles.

¿Cómo lograr que esto no siga sucediendo? Sólo recurriendo al apoyo divino. Porque para Dios no hay imposibles. Tengamos fe en Dios y no dejemos de hacer lo nuestro.

“Donde hay Bosque hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida”.
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Klaus Feldmann Petersen
Madre Naturaleza

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