Marilú Esponda

El cambio de arzobispo en la Arquidiócesis Primada de México ha traído consigo también cambios dentro del organigrama, razón por la cual el Cardenal don Carlos Aguiar Retes ha designado a Marilú Esponda como nueva directora de Comunicación Social.

Esta joven periodista egresada de la Universidad Panamericana, donde obtuvo la licenciatura en Administración de Empresas, manifestó al semanario DESDE LA FE tener “mucha ilusión en empezar a trabajar en esta querida Ciudad de México, tan compleja y tan rica” y que le interesa “tender puentes y abrir espacios para encontrar juntos, mediante el diálogo sincero y abierto, caminos de entendimiento que generen confianza y reconstruyan el estilo de vida de nuestra sociedad”.

Una profesionista exitosa que –a pesar de su juventud– cuenta con un envidiable “curriculum vitae”, ya que posee también la licenciatura en Teología por la Universidad de la Santa Croce en Roma, así como una maestría en Administración por el IPADE.

Una mujer brillante puesto que ha sido directora de comunicación en diversas instituciones a la vez que ha impartido conferencias sobre diversos temas a nivel internacional.

Ahora bien, el análisis que hacemos de quien es ya todo un personaje dentro del mundo de las comunicaciones quedaría incompleto si no mencionásemos un importantísimo elemento dentro de su formación.

Tan importantísimo elemento no es otro más que el de sus raíces familiares.

Marilú proviene, ni más ni menos, que de una de las mejores familias de México puesto que es hija del matrimonio formado por don Ricardo Esponda Gaxiola y por doña Julieta Sada.

Ricardo Esponda –por si algunos lo ignoran o lo han olvidado– fue presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) durante el período comprendido entre 1997 y 2001.

Tan benemérita institución cumplió el año pasado un siglo de existencia y se ha distinguido por defender el sagrado derecho que tienen los padres de educar a sus hijos. Un derecho natural que suele ser vulnerado por los sistemas totalitarios.

Ricardo Esponda defendió tan sagrado derecho natural durante el tiempo que estuvo al frente de la UNPF. Anteriormente había sido un valioso colaborador dentro de la institución “A FAVOR DE LO MEJOR” que busca mejorar el contenido dentro de los medios de comunicación.

Pues bien, ese ambiente que salía en defensa del derecho que los paterfamilias tienen de educar a sus hijos, así como de procurar una mejoría en el contenido de los medios fue el que contribuyó de manera decisiva a la formación de Marilú Esponda.

Y aún hay más: La familia formada por Ricardo y Julieta trajo al mundo diez hijos, algunos de los cuales han sentido germinar dentro de sí la semilla de la vocación religiosa.

Hace muchísimos años, el Papa Pío XII dijo que cuando en una familia hay muchos hermanos éstos se educan casi solos, al igual que las piedras de los ríos que se van redondeando al rozarse continuamente.

Considerando que los elementos integradores de la personalidad son la herencia genética, el medio ambiente y la voluntad, una vez expuesto lo anterior, no nos cabe la menor duda de que las raíces familiares, éticas y académicas de Marilú Esponda no podían ser mejores.

Por eso es que, esperando de ella óptimos frutos, aprovechamos para desearle la mejor de las suertes.

Dios lo quiera… para bien de México y de la Iglesia.

redaccion.nuevavision@gmail.com

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