México padece un largo ayuno de ideas y propuestas políticas

Ya iniciamos la Cuaresma, un periodo que, hace una centuria, paralizaba la vida social. Tiempo donde no se oía música, no había fiestas, se posponían los matrimonios, había largos ayunos y oraciones.

Ahora, en este 2021, la Cuaresma ha dejado de tener ese impacto. Lo que sí tenemos es un largo ayuno… pero de ideas y de propuestas políticas.

Y es que, en estos momentos de precampañas, precandidaturas y presentación de algunos nuevos partidos… ¡caramba, ya deberíamos de haber recibido algunas propuestas! Y nada. No ha habido nada de esto. Tal parece que la clase política ha abandonado el campo de las propuestas.

Hoy es difícil saber qué nos proponen para ganar el voto de la ciudadanía. Su propuesta se ha centrado en pretender ganar las elecciones mediante la “popularidad” de sus candidatos, y por eso nominan a artistas, deportistas, influencers… que sin embargo la historia nos ha demostrado que estos personajes sólo se dedican a cobrar sus jugosas remuneraciones y nada aportan al país.

Y no es que no haya materia para hacer propuestas atractivas para el electorado. ¿O será que no se les ocurre nada nuevo?

Por un lado, el partido dominante y sus aliados en el Poder Legislativo han dejado la iniciativa al Ejecutivo mediante la “iniciativa preferente”, a la que entienden como “monopolio de la iniciativa” para el Ejecutivo.

Y por otra parte, a la oposición, que aún no se repone del batacazo del 2018, sólo se le ocurre atacar al Ejecutivo. No es que esto esté mal. Ciertamente es su papel. Pero el ataque debería incluir una propuesta. Por ejemplo, decir: “el Ejecutivo está mal en esto o en lo otro; nuestra propuesta es que, en vez de esa mala idea, adoptemos estas opciones. Vamos a debatirlas y adoptarlas. Porque lo que proponemos es mucho mejor”. Pero no, no hay propuestas; sólo escuchamos el ataque y su propuesta parece ser dejar las cosas como estaban antes. Como si no fuera claro que, si la ciudadanía estuviera conforme con la situación de los gobiernos anteriores, no hubiera votado como lo hizo en el 2018.

Hoy vemos abundancia de ataques personales al primer mandatario y a algunos de sus subalternos. Que si está viejo, que si tardó mucho en graduarse, que habla lento, que no ha cumplido lo que ofreció, que eligió mal a sus colaboradores. Que no sirve… Pero no queda claro qué piensan hacer si el gobierno lopezobradorista deja de controlar a los gobiernos estatales y municipales, a los congresos federal y estatales que debemos elegir en el julio próximo.

Tal vez por eso yo, como ciudadano “sin poder”, me explico cómo los ataques a López Obrador no han reducido su popularidad. ¿Será que la oposición no quiere “mostrar sus cartas” para evitar que les roben sus estupendas ideas? Puede ser, pero yo como ciudadano lo dudo mucho.

Es claro que si la sociedad, la ciudadanía, los “sin poder” no exigimos propuestas efectivas, no será la casta política quien nos las den.

De la sociedad tendrán que venir las propuestas: unas buenas, otras malas: importa poco. Habrá que debatir, reflexionar, entender a fondo los temas y llegar a conclusiones. Que esto es lo que nos hace falta.
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@NuevaVisionInfo
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Antonio Maza Pereda
@mazapereda

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