PAN: después de la tormenta, reconciliarse con los ciudadanos
El análisis de la historia es fundamental para entender la política.
Si bien el México de hoy es una nación independiente libre y soberana, no deja de estar inmerso en los fenómenos políticos y culturales de la humanidad. Así como en la Francia del siglo XIX la enorme desigualdad y corrupción de la clase gobernante llevó al enojo y desesperación del pueblo, desatándose así el odio y los juicios sumarios con asesinatos de forma salvaje… poco tiempo tardó en regresar la cordura, el diálogo político.
Durante los últimos años, el Partido Acción Nacional (PAN) también fue partícipe de este proceso para bien y para mal, nos vimos inmersos en el juego pragmático de la lucha electoral, recibiendo a una serie de «compañeros de viaje», quienes de ninguna manera compartían los valores y principios de la institución fundada por Manuel Gómez Morín, fortalecida por Efraín González Luna y tantos otros que brindaron su actividad política en el servicio los demás, como vocación de servicio a México.
Importantes intelectuales afirman que el México del siglo XX no se puede entender sin el papel civilizatorio, creativo, responsable y visionario del Partido Acción Nacional, sus antecedentes y fundadores. Privilegiar la formación de ciudadanos responsables, conscientes y exigentes, antes que buscar a toda costa pingües triunfos inmediatos.
La pregunta que muchos nos hemos planteado es, si Acción Nacional puede y quiere ser aquello a lo que está llamado en la historia del México del siglo XXI: una institución aliada con los mejores intereses de nuestro País.
En lo personal, considero que la respuesta es afirmativa y por ello estamos obligados a pedir perdón a los ciudadanos que siempre confiaron en nosotros para ser el pilar de este nuevo siglo de la historia de México, para así retomar la senda y banderas ciudadanas.
Afortunadamente, después de la tormenta, aquellos «compañeros de viaje» se decantan de forma natural en lo que hoy resulta la cuarta transformación del PRI: MORENA, donde se reencuentran con sus verdaderos «camaradas».
La campaña política por la gubernatura de Puebla que hoy inicia no puede ser mejor ejemplo para este proceso de reconciliación ciudadana. Como en sus mejores épocas, el PAN abre las puertas de par en par a candidatos identificados con los valores que reclama la ciudadanía, antes que cálculos electorales. Enrique Cárdenas representa la honestidad, claridad, profesionalismo y combate sin miedo en contra de la corrupción política y económica que la ciudadanía reclama. ¡Por una Patria Ordenada y Generosa, y una vida mejor y más justa para todos!
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Rafael von Raesfeld
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