Un Consistorio con muchas preguntas

— P. Santiago Martín
(Franciscanos de María)

Falta una semana para que se celebre la ceremonia de creación de 21 nuevos cardenales, de los cuales 16 tienen menos de 80 años y se sumarán a la lista de los electores de un nuevo Pontífice.

Si eso ocurriera en un plazo breve, el número de electores sería 132, superando con mucho la cifra de 120, establecida como límite máximo de los que pueden entrar en un cónclave para elegir o ser elegidos como sucesor de San Pedro y vicario de Cristo.

Hasta el 30 de junio del año que viene, con la jubilación del cardenal Versaldi, no se volverá a alcanzar la cifra de los 120 electores, suponiendo que la hermana muerte no visite antes a alguno de ellos.

Además de los que recibirán el capelo cardenalicio, han sido convocados por el Papa Francisco todos los cardenales, 229 en total incluidos los jubilados, para participar en una reunión, que es conocida con el nombre de Consistorio extraordinario.

La convocatoria de esta reunión especial da pie a una serie de preguntas, algunas de las cuales están ligadas a acontecimientos recientes, que deberían resultar obvias para todos pero que extrañamente casi nadie se ha hecho.

Entre las preguntas que sí han sido formuladas está la convocatoria de este Consistorio ahora. Francisco sólo lo ha convocado una vez, después de la creación de sus primeros cardenales, en 2014, para tratar el tema de la familia.

Es verdad que no son reuniones muy frecuentes -San Juan Pablo II las convocó seis veces y Benedicto XVI ninguna-, pero con ellos lo normal era que los cardenales fueran elegidos entre los arzobispos de las principales diócesis del mundo, que solían ser personalidades conocidas, mientras que muchos de los cardenales nombrados por Francisco son obispos de diócesis pequeñas y de la periferia, que no sólo son desconocidos para el resto de sus colegas, sino que ellos mismos tampoco tienen mucha experiencia de cómo funciona la Iglesia universal.

Además, este Consistorio extraordinario va a estudiar la reforma de la Curia vaticana, pero lo normal era que se consultara a los cardenales antes de tomar decisiones, mientras que ahora ya ha sido promulgada y está siendo aplicada la norma para llevar a cabo esa reforma.

De ahí surge la primera pregunta: ¿de qué sirve consultar a los cardenales sobre algo que ya está decidido, o es que se plantearán otras cuestiones como las reformas en el dogma y en la moral que exigen los alemanes y no sólo ellos?

Al día siguiente de crear nuevos cardenales, el Papa irá a la ciudad italiana de L’Aquila, que hace 13 años fue muy castigada por un terremoto y que aún no ha sido del todo reconstruida. En ella está la tumba del Papa Celestino V, el único Papa que dimitió antes de Benedicto XVI. Todos los años, en la última semana de agosto se celebra la fiesta del “Gran Perdón”, en la que se puede ganar la indulgencia plenaria.

Siguiente pregunta: ¿por qué ahora visita esa ciudad y la tumba del Papa que dimitió? Si va por el terremoto, ocurrió hace 13 años. Si va por la fiesta del “Gran Perdón”, ¿por qué ha esperado hasta ahora para hacerlo?

Hay otras preguntas que han surgido recientemente y que no están relacionadas con el Papa, pero sí con los cardenales:

¿Por qué nadie se ha preguntado por el silencio del cardenal Brenes, de Nicaragua -que estará presente en el Consistorio-, ante lo que está pasando en su país y se preguntan en cambio por el silencio del Papa, cuando lo lógico es que los primeros en defender al obispo que está en “prisión domiciliaria” sean los obispos de ese país?

Y esta otra cuestión, de más calado aún: ¿por qué surge ahora la absurda acusación contra el cardenal Ouellet por un comportamiento afectivo inapropiado contra una mujer adulta que, supuestamente, tuvo lugar hace muchos años?

Teniendo en cuenta que Ouellet fue el tercero más votado en los dos cónclaves anteriores -en el primero fue Bergoglio y en el segundo Scola-, ¿no se puede interpretar esta ridícula acusación como un intento de dejar sin posibilidades de ser elegido Papa a alguien que podría ser un candidato de consenso? ¿A alguien se le ocurre que Ouellet tendrá un solo voto, tras ser acusado, por muy increíbles que sean las acusaciones?

Algo se está moviendo en torno al próximo Consistorio y no me cabe duda de que se está ya en clave electoral. Lo de la anulación de la candidatura de Ouellet me lo confirma.

Recemos para que el Espíritu Santo sea escuchado cuando llegue el momento.
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P. Santiago Martín

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