Inflación afecta más a familias que menos tienen

El incremento en los precios de los bienes y servicios en México está afectando más a los hogares con menores niveles de ingresos, revela un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

En el contexto de la inflación que vive el país, el IMCO se dio a la tarea de analizar las presiones inflacionarias observadas a finales de 2021 y los primeros meses de 2022, para saber cómo está impactando el alza de precios en el gasto de los hogares con diferentes niveles de ingresos, y el estudio reveló que el alza de los precios de los bienes y servicios ha afectado más el poder adquisitivo de los hogares más pobres.

El IMCO ordenó a los hogares de México por decil de ingreso y analizó las diferentes proporciones de gasto que destinan a los diferentes rubros de consumo, y de esta manera construyó un índice de precios para la canasta representativa de cada decil, y distinguir así el cambio en el costo de la canasta de consumo que cada familia enfrenta.

Los resultados muestran claramente que el aumento proporcional en el nivel de gasto de las familias con menores ingresos es significativamente mayor que el observado en familias con mayor poder económico. Por ejemplo, para las familias del primer decil, que perciben alrededor de $9 mil 938 pesos al trimestre (o $3 mil 313 al mes), el precio de su canasta de consumo tuvo un incremento del 8.74% anual; mientras que aquellas familias que perciben en promedio $163 mil 282 pesos al trimestre ($54 mil 427 al mes) registran un encarecimiento de 7.48% anual en su canasta de consumo.

En general, los hogares de menores ingresos destinan una mayor proporción de su gasto a la adquisición de bienes cuyos precios han subido más durante el último año, por lo que el impacto de la inflación es más fuerte para sus canastas de consumo.

El diferente impacto de la inflación en los hogares mexicanos se explica porque:

• La diferente composición de las canastas de consumo de los hogares mexicanos da como resultado que cada uno de ellos enfrente diferentes presiones inflacionarias. Por ejemplo, la canasta de consumo de hogares con bajo nivel de ingresos (decil 1) se concentra más en bienes de consumo básico como alimentos y bebidas, que registran altos incrementos en sus precios.
• En cambio, los hogares con mayores ingresos (decil 10) dedican más recursos al pago de servicios de educación, cuidado de vehículos y comunicaciones, donde los precios han aumentado en menor medida (o incluso caído), por lo que el impacto de la inflación sobre su gasto ha sido menor.
• En el decil 1, con el menor nivel de ingreso, los hogares dedican 7.2% de su gasto a verduras, legumbres y semillas (con inflación anual de 13.1% en abril 2022), mientras que esa proporción es de 4.8% en el decil 5 y 2.2% en el decil 10.
• De manera similar, el decil 1 dedicó 1% de su gasto a aceites y grasas, cuya inflación anual en abril fue de 35.8%; mientras que el decil 5 (ingreso medio) destinó sólo 0.5% de su gasto a esos productos, y el decil 10 (ingresos altos) sólo 0.2%.
• En contraste, el gasto proporcional en artículos y servicios de educación para el decil 1 fue únicamente 2.4%, mientras que en el decil 5 se destinó 3.8% y en el decil 10, 9.8% del gasto total. El incremento anual en los precios de ese rubro fue de solo 3.2%.

El IMCO destacó que el efecto del alza de precios de los productos en los que más gastan los hogares con menores ingresos implica que el poder adquisitivo de los estratos socioeconómicos más bajos es también el que más se contrae ante un periodo con altas presiones inflacionarias.

En este sentido, el IMCO propone implementar las siguientes acciones para salvaguardar el poder adquisitivo de la población, al mismo tiempo que se busca una estabilidad en precios:

• Fortalecer la competencia económica. Una condición necesaria para asegurar que los consumidores mexicanos tengan acceso a mejores precios es la garantía de la competencia económica. Para ello se debe asegurar el funcionamiento de organismos cuya función es impedir prácticas monopólicas y la manipulación de precios.
• Aprovechar los beneficios del comercio exterior. Facilitar la importación de bienes básicos, principalmente alimentos, para incrementar su disponibilidad a precios más bajos mejora el nivel de precios enfrentado por la población. Es importante reconocer que la apertura comercial trae beneficios para el consumidor y cumplir con las condiciones y reglamentos establecidos en los Tratados de Libre Comercio a los que México está adscrito.
• Focalizar los apoyos a la población de más bajos recursos. Se requiere un diseño adecuado de los programas de apoyo social, que deben incluir no sólo transferencias, sino otras estrategias encaminadas a garantizar el apoyo a las poblaciones más vulnerables o en situación de pobreza.
• Facilitar la producción nacional de bienes con alta inflación. Se debe incentivar y acelerar la producción local de bienes esenciales, como los granos, a fin de asegurar una mayor oferta y disponibilidad de alimentos con precios competitivos a largo plazo. Acciones como la adopción de nuevas tecnologías, a pesar de no tener un efecto inmediato sobre el nivel de producción, pueden resultar benéficas para la economía y los precios en el país.

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