Carlos Aguiar Retes, nuevo Arzobispo de México

El Papa Francisco aceptó la renuncia al oficio de Arzobispo de la Arquidiócesis Primada de México presentada por el Cardenal Norberto Rivera Carrera, y designó en su lugar al Cardenal Carlos Aguiar Retes, quien se desempeña(ba) como Arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla.

De acuerdo con información de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, Monseñor Aguiar Retes impulsó la reintegración social de los feligreses de la Arquidiócesis de Tlalnepantla que se encuentran presos en el Cereso de Barrientos, Tlalnepantla, atendiendo a sus familias para que sus hogares no se desintegren y promoviendo los valores cristianos, fomentando que los presos reciban los sacramentos de la Iglesia siendo formados por agentes de pastoral.

Durante la visita pastoral a zonas delictivas tuvo un encuentro con víctimas de la violencia y promovió la pastoral de atención especial a madres solteras haciendo centros a nivel decanato donde se ofrecen servicios psicológicos.

Para reestructurar el tejido social fomentando los valores en la juventud, Monseñor Aguiar impulsó la Operalia Juvenil cuyo slogan fue “Que todos sean uno por la Paz”, en la que se contó con la participación de cerca dos mil jóvenes reunidos en el Deportivo Carlos Hermosillo del municipio, donde hubo actividades deportivas, musicales, culturales, una carrera atlética, concurso de grafiti, exposición de carros tuning, exposición de carros clásicos, acrobacia de bikers, skate, vmx cross, un flashmob, concierto de rocabilly, beatbox y tributos a grandes bandas del rock.

Con los niños ha buscado fortalecer los valores por medio de la catequesis escolarizada, buscando un espacio de formación integral y no sólo de memorización de datos, oraciones o preguntas y respuestas, sino con una pedagogía de asimilación y vivencia de la doctrina católica.

Trabajó en unión con el gobierno estatal y los representantes de las distintas asociaciones religiosas en el Estado de México, reuniéndose con sus dirigentes y el Gobernador Eruviel Ávila para firmar el “Pacto por el Fortalecimiento de los Valores con Asociaciones Religiosas en el Estado de México”. Dicho pacto destaca los valores que fomentan la unidad familiar, la dignidad de la persona y la defensa de la vida, promoviendo la paz en la sociedad, teniendo como base un decálogo en el que se observa la comunión, de la cual dieron ejemplo las asociaciones religiosas en dicho evento.

Como respuesta al exhorto del Papa Francisco a “hacer lío” y poner en práctica a una Iglesia que salga a las calles para llamar a los alejados y para, después, transformar los ambientes concretos de la sociedad, promovió la Gran Misión Católica, donde salieron a la calle más de 40 mil misioneros.

Ésta es la primera iniciativa en su tipo en México que materializa uno de los exhortos principales de la Iglesia católica planteados en Aparecida, Brasil, en donde se hizo un llamado a toda la jerarquía de la Iglesia católica a salir al encuentro de quienes forman parte esencial de la comunidad católica y la Iglesia misma, es decir, hombres y mujeres, ya sean niños o adultos, para estudiar la Palabra de Dios e integrarse a un dinamismo que permita influir en la sociedad desde los valores del Evangelio, desde los valores que Jesucristo ha aportado al mundo.

Fue creado Cardenal bajo el título de San Fabián y San Venancio por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el 19 de noviembre del 2016; ratificado como miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y nombrado miembro de la Pontificia Comisión para América Latina

Don Norberto da la bienvenida a Mons. Carlos Aguiar

Mientras tanto, el Papa Francisco designó al Cardenal Rivera Carrera Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de México, hasta la toma de posesión del nuevo Arzobispo.

Al dar la bienvenida al Sr. Cardenal Carlos Aguiar Retes, Norberto Rivera manifestó en un mensaje su satisfacción por no haber permanecido mudo “ante la violación a los derechos humanos y divinos de mi Madre la Iglesia”; lamentó si, por su posición firme, alguien se sintió ofendido y lastimado, y pidió perdón a quien, aun sin querer, haya ofendido.

Y finalmente, pidió perdón a Dios por sus debilidades y omisiones, esperando encontrarse al final de sus días con Jesús, rico en Misericordia.

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