El Papa quiere sacerdotes para la gente, no dominadores de la grey
El Papa Francisco exhortó a seminaristas a prepararse para convertirse en sacerdotes de la gente y para la gente, ser servidores, no dominadores de la grey encomendada a ellos.
Con estas palabras, el Papa Francisco se dirigió a los miembros de la Comunidad del Pontificio Seminario Regional Sardo, Italia, a quienes recibió en audiencia la mañana del sábado 17 de febrero, en la Sala Clementina del Vaticano, con ocasión de sus 90 años de fundación.
Sacerdotes de la gente y para la gente
Dirigiéndose a los Seminaristas de este Centro de formación, el Papa Francisco les recordó que se están preparando para ser obreros de la mies del Señor, sacerdotes capaces de trabajar juntos, incluso entre diócesis diferentes.
Las pobrezas materiales y espirituales de hoy en día, evidenció el Santo Padre, exigen pastores que estén atentos a los pobres, pastores que sean capaces de estar con ellos, con un estilo de vida simple, para que los pobres sientan que nuestras iglesias son en primer lugar su casa.
“Los animo a prepararse desde ahora para convertirse en sacerdotes de la gente y para la gente, no dominadores de la grey encomendada a ustedes, sino servidores. Existe tanta necesidad de hombres de Dios que miren lo esencial –señaló el Papa–, que conduzcan una vida sobria y trasparente, sin nostalgias del pasado, sino capaces de mirar adelante según la sana tradición de la Iglesia”.
El Seminario escuela apostólica
En este sentido, el Papa Francisco resaltó la importancia del Seminario no sólo como una institución que brinda competencias teológicas y pastorales, lugar de vida común y de estudio, sino como una verdadera experiencia eclesial, una comunidad de discípulos misioneros llamados a seguir de cerca a Jesús.
“El Seminario –subrayó el Pontífice– es la escuela de esta fidelidad, que se aprende ante todo en la oración, particularmente en aquella litúrgica. En este tiempo se cultiva la amistad con Cristo, centrada en la Eucaristía y alimentada en la contemplación y en el estudio de la Sagrada Escritura. No se puede ejercitar bien el ministerio, si no se vive en unión con Cristo. Sin Él no podemos hacer nada”.
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco alentó a los formadores a obrar con rectitud y sabiduría para favorecer el desarrollo de una personalidad coherente y equilibrada de los candidatos a la misión presbiteral.
Con información de Vatican News
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