Tribunal para ex-Yugoslavia no logra conciliar los Balcanes
Con la condena de varios responsables de cometer genocidio y crímenes contra la humanidad, pero sin lograr la conciliación en la región de los Balcanes, el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY) concluirá su encargo este 31 de diciembre de 2017.
El Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia fue establecido el 25 de mayo de 1993 por las Resoluciones 808 y 827 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, “para juzgar a las personas presuntamente responsables de violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en el territorio de la ex Yugoslavia a partir de 1991”.
Se le habilitó para juzgar: Infracciones graves a la Convención de Ginebra de 1949; Violaciones de las leyes o prácticas de guerra; Genocidio, y Crímenes contra la humanidad.
Durante su último informe al Consejo de Seguridad de la ONU, antes del cierre del Tribunal a finales de diciembre, el Fiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, Serge Brammertz, explicó que su Oficina presentó un amplio informe final en el que se detallan los éxitos, la experiencia adquirida y las áreas en que los resultados no cumplieron las expectativas de las víctimas.
Brammertz aceptó que es difícil estar en desacuerdo con la afirmación de que el Tribunal no ha logrado la reconciliación en la antigua Yugoslavia.
“Como hemos visto en las últimas dos semanas, los crímenes han dejado heridas que no se han curado. Los criminales de guerra convictos continúan siendo vistos por muchos como héroes, mientras que las víctimas y supervivientes son ignoradas y denegadas”, dijo.
El Fiscal indicó que no se logró la conciliación en la región porque no hay voluntad de aceptar la inmensa cantidad de delitos cometidos en el pasado y mirar hacia adelante, especialmente entre los líderes políticos.
Brammertz señaló que los países de la región necesitan más apoyo que nunca, ya que no podrán alcanzar la justicia y la reconciliación solos; y remarcó el esfuerzo de su Oficina por cumplir con el mandato del Consejo de Seguridad durante 24 años.
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