La alternancia en México está en manos de líderes ciudadanos

Fue Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, quien, al referirse al Sistema Político Político Mexicano, lo calificó como “la dictadura perfecta”, afirmación que le costó ser expulsado del país pocas horas después.

Y vaya que tenía razón el novelista peruano porque, efectivamente, el complicado engranaje que daba vida al PRI-Gobierno se movía con la exactitud de un reloj, lo cual fue una de las razones por las cuales se mantuvo en el poder durante más de siete décadas.

Parecía imposible que los mexicanos pudiésemos librarnos de dicha dictadura.

Al contemplar la magnitud del gigantesco dinosaurio, se nos antojaba que solamente un caballero medieval a la antigua usanza, poseedor de mágicos poderes, sería capaz de vencerlo; y si acaso lograsen vencerlo, la victoria requería ser contada por medio de un Cantar de Gesta.

Y esto es lo que hace -y con notable acierto- José J. Castellanos, con su libro titulado “Así derrotó la Sociedad al PRI”, donde narra ampliamente y de manera pormenorizada cómo se desarrolló el complicado proceso que acabó con una de las dictaduras más largas y oprobiosas del siglo XX.

Un largo y complicado proceso del cual el autor fue testigo privilegiado puesto que, al prestar sus servicios dentro del sector empresarial, fue también uno de los protagonistas del cambio.

Hacia mediados de la década de los 60 del siglo XX -poco después de que los comunistas tomaron el poder en Cuba- el PRI-Gobierno se presentaba como un gigante invencible, al cual incluso muchos admiraban lo presentaban como ejemplo de estabilidad política y financiera en el Continente Americano.

Pocos años después, concretamente a partir del Movimiento Estudiantil de 1968, empezó a darse el proceso de cambio en México, ya que, aunque los portavoces del movimiento eran militantes izquierdistas, en el fondo era un grito de protesta de una sociedad que estaba harta de tanto despotismo y de tanta corrupción.

José J. Castellanos, con gran precisión en los detalles, nos cuenta cómo se dio la paradoja de que dos de los gobernantes más autoritarios que tuvo el Sistema Político Mexicano (Luis Echeverría y José López Portillo) fueron quienes provocaron que el movimiento estudiantil ya no pudiera ser controlado.

La torpeza con que ambos gobernantes manejaron las finanzas públicas ocasionó devaluaciones, inflación, quiebra de empresas, desempleo y un descontento general como nunca antes se había visto.

Todo esto causa alarma dentro del sector privado el cual -consciente de que el Sistema jamás escucharía sus quejas- decidió actuar por su cuenta.

Fue entonces cuando, ante el peligro que representaba el enemigo común, los empresarios se agruparon formando una serie de cuerpos intermedios dispuestos a dar la batalla sin importar los riesgos.

El paso siguiente fue que los empresarios empezaron a participar en política. Y es entonces cuando empiezan a surgir líderes con un gran poder de convocatoria, como fue el caso de Manuel J. Clouthier.

Quienes deseen tener una amplia y veraz información les recomendamos la lectura de “Así derrotó la Sociedad al PRI”, un ágil trabajo periodístico que calificamos de excepcional y que ojalá sirva de ejemplo para que otros autores se decidan a tratar el tema de la situación actual con mayor amplitud.

Y es que, a pesar de la Alternancia que se dio en el año 2000, y de que en 2006, 2012 y 2018 hubo elecciones libres, el autor no se muestra satisfecho acerca de cómo se han ido dando los cambios en México.

José J. Castellanos nos dice que “falta consolidar la democracia. Ésta es una tarea que va más allá de los partidos, o sea, una corriente social. Es una responsabilidad de todos los mexicanos” (Óp. Cit. Página 237).

Y más adelante remata con una idea que, a nuestro juicio, es medular, quizás sea la idea clave en toda la obra de Castellanos:

“Así como en el año 2000 la sociedad triunfó, ella deberá retomar con nuevos liderazgos la transformación del Sistema. Sí se pudo, sí se puede. La transición continúa…” (Ibidem).

Efectivamente, en estos momentos en que el populismo delirante de Andrés Manuel López Obrador tiene como obsesión resucitar al viejo Sistema Político Mexicano, se hace urgente que la sociedad tome conciencia del peligro, y que, al igual que en tiempos pasados, también ahora de las filas de la sociedad civil vuelvan a surgir líderes dispuestos a dar la batalla.

“Sí se pudo, sí se puede. La transición continúa…” (José J. Castellanos).
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Nemesio Rodríguez Lois

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