Un libro sobre San Joselito
Mucho, muchísimo es lo que México le debe a los Hermanos de las Escuelas Cristianas fundados por San Juan Bautista de la Salle el 25 de mayo de 1684 y que llegaron a nuestra patria en diciembre de 1905.
A partir de entonces, los hermanos lasallistas se convirtieron en los grandes educadores de la niñez y juventud mexicana, logrando que muchos de sus ex alumnos destacasen dentro de la vida social, económica, política y cultural de México.
Uno de tan conspicuos ex alumnos lasallistas es don José Gómez Villaseñor.
Tan noble caballero, quien me concede el honor de su amistad, ha sido un triunfador en varios aspectos de la vida ya sea el familiar, el cultural, el social, el político y el empresarial.
Un caballero cristino de tiempo completo que nos presenta ahora el más reciente de sus logros: “Nos veremos allá en el Cielo”, un ameno y muy bien documentado libro que trata acerca de la vida y martirio de San José Sánchez del Río, el niño que fuera martirizado en su natal Sahuayo (Michoacán) en plena guerra cristera.
Desde el primer momento en que fue martirizado, el pueblo supo que uno de los suyos se había convertido en santo.
Y fruto de dicha convicción popular (“Vox populi, vox Dei”) fue que los piadosos y valientes sahuayenses hicieron hasta lo imposible para conseguir que San Joselito fuese venerado en los altares.
Fue así como Benedicto XVI, enviado como legado suyo al Cardenal José Saraiva Martins, lo beatifica en noviembre de 2005 para, once años después, fuese el Papa Francisco quien lo canonizase el 16 de octubre de 2016.
El libro a que a todos recomendamos lleva el prólogo de Monseñor Salvador Martínez Ávila, Rector de la Basílica de Guadalupe, así como una presentación de quien es todo un personaje dentro de los lasallistas: El Hermano Manuel Arróyave.
Aparte de tratar con detalle la vida, obra, santificación y martirio de San Joselito, el autor habla también de otros mártires de aquella época como son los beatos Anacleto González Flores y Miguel Agustín Pro; sin faltar los 27 mártires de Sahuayo, así como la catequista María de la Luz Camacho, asesinada por odio a la fe en el atrio del templo de San Juan Bautista, en Coyoacán.
Dato digno de tomarse en cuenta y que Gómez Villaseñor señala con gran tino, es el hecho de que, junto con San Joselito, fueron canonizados otros beatos, entre ellos San Salomón Leclerq, nada menos que el primer mártir lasallista, quien fuera sacrificado por las hordas ateas de la Revolución Francesa a fines del siglo XVIII.
José Gómez Villaseñor, como buen militante lasallista, aprovecha la ocasión para, en el apéndice de su obra, presentar una semblanza de San Juan Bautista de la Salle, así como de la obra benemérita que, a partir de su fundación, han venido realizando los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Es muy probable que Gómez Villaseñor conozca aquellos versos de Santa Teresa que rezan de la siguiente manera:
“Todos los que militáis
Debajo de esta bandera,
No durmáis, no durmáis
Pues no hay paz sobre la tierra”.
Y decimos esto porque nuestro admirado biógrafo de San Joselito, fiel al lema de Santa Teresa sabe comportarse como católico militante de tiempo completo.
Y es que, aparte de escribir la biografía de un niño santo, hizo cuanta gestión le fue posible para lograr que una bellísima pintura de los mártires mexicano fuese colocada tanto en la Antigua Basílica de Guadalupe (hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey) como en la iglesia de Santo Tomás Moro, en la Colonia Florida de la Ciudad de México.
El dinamismo de Gómez Villaseñor supo contagiar a otros ex alumnos lasallistas quienes demostraron su devoción hacia el Niño Mártir de Sahuayo apoyando para que dicho libro fuese editado.
Un libro dirigido no solamente a la juventud sino también a todos aquellos que, como el que estas líneas escribe, cuenta con mucha juventud acumulada sobre sus espaldas.
¿Qué mensaje le da San Joselito a los jóvenes que viven en estos difíciles tiempos?
El mensaje nos lo da el autor citando las siguientes frases que el Cardenal Saraiva Martins pronunció con motivo de su beatificación:
“Queridos jóvenes, probablemente Cristo no les pida el derramamiento de sangre, pero si les pide desde ahora dar testimonio de la verdad en sus vidas; en medio de un ambiente de indiferencia a los valores trascendentales y de un materialismo y hedonismo que busca sofocar las conciencias”
En fin, que éste es el primer libro que se publica después de la canonización de San Joselito.
Quienes deseen adquirirlo podrán dirigirse al siguiente correo: joselitodesahuayo@gmail.com
Y, antes de que se me olvide, un importantísimo detalle: Quien esto escribe fue también alumno lasallista puesto que tuvo el privilegio de formarse en el Colegio Cristóbal Colón de las calles de Sadi Carnot, allá por los rumbos de la Colonia San Rafael, de la Ciudad de México.
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Nemesio Rodríguez Lois