López Obrador: un costal de contradicciones

En “El Economista” del 23 de mayo de 2018, salió un artículo con el titular de “Estampilla de Jesús me protegió en el debate: AMLO”, y transcribe textualmente lo afirmado por López Obrador comentando el Debate:

“Pensaron que me iban a trampear y no les funcionó. Pensaron en un debate igual con Donald Trump y Hillary Clinton. Me quiso hacer lo mismo el canallita (en referencia al candidato Ricardo Anaya), pero aquí la traigo. ¡Miren lo que me da la gente! También traigo a mi detente enemigo (mientras mostraba una imagen de Jesús). ¡Detente enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo!”, arengó.

Poco antes había afirmado que se debía acabar con la Iglesia Católica, que debería establecerse una “Iglesia de Estado”, acabando con la tontería de La Virgen de Guadalupe, de lo que inclusive se repartieron volantes a todo color.

Por un lado se declara “Guadalupano”, para ganarse la simpatía del pueblo; y por otro, se le escapa lo que considera una tontería con la que se debía acabar. Por un lado, en las elecciones pasadas, afirma que si le ganan por un voto, él respetará los resultados, y le ganan por muchos y ya no lo acepta, inclusive se llega a tomar de hecho el cargo de “Presidente Electo”. Y así continuamente se contradice en una y en otra ocasión.

Ya es sistema suyo afirmar algo y en la primera oportunidad contradecirlo con lo opuesto. López Obrador es un: ¡AUTENTICO COSTAL DE CONTRADICCIONES!

¿Puede confiársele el Gobierno del país a una persona tan inestable, que se contradice constantemente?

Pero lo más importante: ¿Qué consecuencias tendría para México, el que López Obrador ganara la elecciones?

Tengamos en cuenta los antecedentes, desde antes de que Lula Da Silva y otros líderes del socialismo (izquierda) en Sudamérica fundaran el “Foro de Sao Paulo” en Brasil para que haciendo a un lado la estrategia anterior de las armas, ahora se conquistara el poder a través del “Populismo”, Foro al que perteneció desde un principio López Obrador, dando muestras claras de su orientación, por la cual inclusive mereció el apoyo económico en sus campañas anteriores de Nicolás Maduro, al que en repetidas ocasiones, inclusive en una reunión, lo alabó como ejemplo a seguir.

Solamente hay que fijarse en lo que sufre la pobre gente de Venezuela, que no tiene alimentos que darle a los pequeñuelos, que buscan entre la basura para encontrar algo con que aplacar el hambre; donde los hospitales carecen de los más elementales medicamentos; donde un Obispo acaba de ser encarcelado por mencionar que no es posible que el Gobierno no haga nada para solucionar este tremendo problema social.

Sao Paulo, sede del citado “Foro”, la ciudad más grande y principal centro de negocios de América Latina, declaró el viernes estado de emergencia, suspendiendo los servicios administrativos no esenciales para ahorrar combustible, en medio de una protesta de camioneros que ha bloqueado las principales rutas de Brasil por cinco días.

La riqueza petrolera de Venezuela no ha sido suficiente para sostener la economía del régimen socialista de Maduro. Tengamos en cuenta que desde un principio del establecimiento de países socialistas o comunistas, que es lo mismo, el sistema no haya llevado al país a la quiebra y la ruina. Y México no tiene la riqueza petrolera de Venezuela.

López Obrador dice que él es cristiano en el sentido de Nuestro Señor que declaró su preferencia por los pobres; pero no menciona que a diferencia del Señor, él aprovecha el “Populismo” arengando a los pobres con el odio, en una lucha de clases fratricida.

Tengamos en cuenta que el odio ha sido el motor básico del socialismo desde que Marx y Engels proclamaron su doctrina en el famoso “Manifiesto del Partido Comunista”. Que el que se hayan decidido por el camino del “Populismo” es sólo un cambio de táctica, pero que una vez apoderados del poder, el odio aparecerá en toda su violencia en las represiones, la falta de libertad, la no aceptación de todo lo que no esté de acuerdo con lo prescrito por el gobierno totalitario, que ya no dejará el poder por ningún concepto, negando a Dios y la libertad de religión. (Maduro, Castro, Kim Uno, Lenin, Stalin, etc.)

¿Queremos eso para México? Pues a votar por López Obrador.

La decisión por la CULTURA DE LA VIDA Y DEL AMOR o por la funesta CULTURA DE LA MUERTE en nuestro querido México, está en nuestras manos. No digamos no nos lo advirtieron. No nos hagamos merecedores de lo que Aixa, madre de Boabdil el último rey moro de Granada, le dijo a su hijo: “Razón que llores como mujer, ya que no supiste defender tu reino como hombre”.

“Donde hay Bosque hay Agua y Aire puro; donde hay Agua y Aire puro hay Vida”

redaccion.nuevavision@gmail.com

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